jueves, 17 de mayo de 2018

CELEBRACIÓN DEL 101 ANIVERSARIO DE LAS APARICIONES DE FÁTIMA

Transcurrido un año desde la conmemoración del centenario de las apariciones de Nuestra Señora de Fátima, la madrileña Catedral de la Almudena acogió a una multitud de fieles que no dudaron en unirse a la celebración del 101 aniversario, acompañando a los Heraldos del Evangelio que, una vez más, supieron imprimir de solemnidad y emoción tan significativa fecha.

A los acordes del Ballet Royal, compuesto por Jean Baptiste Lully, todos los que conformamos la familia espiritual de los Heraldos desfilamos en el cortejo de entrada, acompañando a Nuestra Señora, que lucía radiante en medio de un precioso arreglo floral de rosas multicolor que la hacían aparecer en el paraíso celestial.

















La celebración estuvo presidida por el Vicario General de la Archidiócesis de Madrid, Don Avelino Revilla. En su homilía hizo referencia a la Solemnidad celebrada en ese día, la Ascensión del Señor, señalando que "Nuestro Señor Jesucristo subió a los cielos, pero su Ascensión no supuso el final de su misión. Esta misión debe ser continuada por sus discípulos, entre los que nos encontramos cada uno de nosotros. Tenemos la obligación de predicar con nuestro ejemplo, siendo luces de Jesucristo y guiados por el Espíritu Santo. La fe no está para ser guardada sino proclamada con confianza y valentía. El mejor ejemplo de todo ello lo tenemos en Nuestra Señora, quien con su "Fiat" nos marcó el camino a seguir".



Durante la celebración, todos los presentes sentimos que nuestro espíritu se elevaba gracias a las interpretaciones del Coro de los Heraldos del Evangelio, que con sus maravillosas voces nos transportaron al mismo Cielo.
Finalizada la Santa Misa, caminamos en el cortejo de salida contemplando la visión del Palacio Real, saliendo a la explanada de la Catedral para acompañar la procesión de Nuestra Señora con el rezo del Santo Rosario, momento en el cual, todos los presentes aprovechamos para pedir por nuestras intenciones.






Si bien el cielo mostraba un azul radiante, la presencia de ciertas nubes y la fría temperatura en esa tarde de mayo, no hicieron desistir a los numerosos devotos que, organizados en una larguísima fila, discurrieron uno a uno mostrando su cariño a Nuestra Señora. Fue el broche final a este 101 aniversario de las apariciones de Fátima, cuyo mensaje debe quedar impreso en nuestros corazones y guiar nuestro espíritu: "Mi Inmaculado Corazón triunfará".
 FOTOS: Don Eric Fco. Salas

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