domingo, 1 de enero de 2017

SANTA MARÍA, MADRE DE DIOS

 
Hoy, primer día de un nuevo año, celebramos la solemnidad de Santa María, Madre de Dios. En un día tan señalado, quiero desear a todos los lectores de este blog un venturoso año bajo la protección de María Santísima. Nada mejor que recoger unos extractos del "Tratado de la verdadera devoción a la Santísima Virgen" de San Luis María Grignion de Montfort, para rendir homenaje a Nuestra Reina, Madre y Señora.
 
"Dios Padre, que ha hecho un conjunto de todas las aguas, que ha llamado mar, ha hecho un conjunto  de todas sus gracias, que ha llamado María".
 
 
El Eterno Padre no ha dado su único Hijo al mundo sino por medio de María.
 
Por más suspiros que haya exhalado los Patriarcas, por más ruegos que le dirigieron los Profetas y los Santos de la antigua  ley durante cuatro mil años para poseer ese tesoro, no ha habido más que María que lo haya merecido y que haya obtenido gracia ante Dios en fuerza de sus súplicas y por la alteza de sus virtudes. El mundo era indigno de recibir al Hijo de Dios directamente de las manos del Padre; se lo ha dado a María para que el mundo lo recibiese por Ella. El Hijo de Dios se ha hecho hombre para nuestra salvación, pero en María y por María.
 
El Eterno Padre ha comunicado a María su fecundidad, en cuanto una pura criatura podía recibirla, a fin de darle poder para engendrar a su Hijo y después a todos los miembros de su cuerpo místico.
 
Dios Hijo ha bajado a su seno virginal, como el nuevo Adán al paraíso terrestre, para tener en Ella sus complacencias y para obrar en Ella las grandes maravillas de la gracia. Dios hecho hombre ha encontrado su libertad en verse aprisionado en su seno; ha hecho aparecer su poder en dejarse mandar por esta Virgen bendita; ha hallado su gloria y la de su Padre en ocultar sus esplendores a todas las criaturas de la tierra para no revelarlos sino a María; ha glorificado su independencia y su majestad en depender de esta humilde Virgen en su Concepción, en su Nacimiento, en su Presentación en el templo, en su vida oculta de treinta años, hasta su muerte...Ella es quien le ha amamantado, alimentado, cuidado, y podríamos añadir, sacrificado por nosotros.
 
María ha producido, por el Espíritu Santo, la mayor obra que se haya producido o que pueda producirse jamás, que es un Dios Hombre, y consiguientemente Ella producirá las mayores cosas que haya en los últimos tiempos. La formación y la educación de los grandes Santos que habrá hacia el fin del mundo, le está reservada; porque sólo esta excelente y milagrosa Virgen puede producir, en unión del Espíritu Santo, cosas grandes, extraordinarias, en la Iglesia de Jesucristo.
 
(Tratado de la verdadera devoción a la Santísima Virgen - San Luis Mª Grignion de Montfort)
 
 


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